Fumar un porro también es autocuidado: descubre los beneficios que nadie te dice

Fumar un porro también es autocuidado: descubre los beneficios que nadie te dice

Fumar un porro no tiene que ser un escape ni un vicio —puede ser un acto de pausa, presencia y hasta creatividad. En tiempos donde todo es prisa, productividad y pantallas, prender uno de vez en cuando puede ser justo lo que tu mente y emociones necesitan.

Primero lo primero: sí, está científicamente comprobado que el cannabis puede ayudar a reducir niveles de ansiedad, estrés y pensamientos obsesivos. Pero más allá de lo clínico, hay una verdad que muchos usuarios conocen bien: un buen porro te regresa a ti. Te pone en modo presente, te baja el ruido y abre un espacio donde puedes respirar más profundo.

Creativamente, ni se diga. ¿Cuántas ideas nacieron en medio de la risa o viendo una serie con los ojos entrecerrados? Muchos consumidores reportan sentir un aumento de la conexión con sus ideas, mayor sensibilidad a estímulos sensoriales y una forma distinta (más flexible, más espontánea) de resolver problemas. Es como entrar en una habitación mental distinta, con otra luz.

A nivel emocional, un porro también puede ser ese “apapacho mental” que te hace falta después de un día pesado. Un momento solo para ti, para no hacer nada, para sentir sin juicios. Y eso, hoy en día, es valioso.

¿Y lo social? Fumar en compañía puede ser ritual, conexión, risa compartida. No necesitas decir mucho, solo estar. Se crea una vibra especial, íntima, relajada. Un lenguaje sin palabras donde todos bajan la guardia.

Así que no, fumar un porro no te desconecta del mundo. Bien usado, puede hacer todo lo contrario: te reconecta contigo, con tus emociones y con los demás.

Desde La Tía Canna te recordamos: no todo tiene que ser productividad. A veces, tu mejor versión aparece justo cuando sueltas… y prendes.

 

Dejar un comentario

Por favor tenga en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados